Windows contra Ubuntu
Resumen: no es más cuestión de quien tiene el mejor sistema operativo; es cuestión de tener finalmente varias opciones viables cuando pensamos en expandir y mejorar la computación educativa.
Hace como un mes varios comentadores y periodistas técnicos declararon que no hubo nunca un tiempo mejor para cambiar el sistema operativo a Ubuntu (Linux). Si uno estuviera confinado en una isla desierta con un único sistema operativo para mi computadora para elegir, habría que optar por Ubuntu 10.04. No se trata de inflamar la discusión de quien tiene el mejor sistema operativo, más bien de que si uno está pensando en actualizar su sistema operativo durante este invierno, Ubuntu debería estar entre los poquísimos preferidos.
Ubuntu no es la única elección excelente para computación académica, pero dada la gran comunidad de usuarios y desarrolladores, buenos servidores productos para PC de sobremesa y productos para netbooks, la gran variedad de programas gratuitos, muchos de ellos con gran valor educativo, y gran rendimiento en una variedad de computadoras nuevas y viejas, no se puede ignorar más a Linux como un sistema operativo de segunda. La configuración y uso de sistemas Linux, particularmente Ubuntu, no requiere más un conocimiento avanzado de ciencias de la computación tampoco, y en muchos sentidos, hay ahorros importantes por medio de evitar los costos de licencias de programas.
Naturalmente, Microsoft te va a decir que la magnitud de sus productos para servidores, computadoras de sobremesa y de servicios de nube ( los programas que se acceden via Internet), que en realidad vas a ahorrar dinero contra los programas de fuente abierta del universo de Linux. Pero esto no es tan cierto como antes podría haber sido. La mayoría de las distribuciones de Linux son bastante fáciles de usar y administrar y los programas de nube parecen y se sienten iguales, independientemente del sistema operativo subyacente. De todos modos tenemos que admitir que existen disposiciones en que la ubicuidad y el apoyo de técnicos competentes en productos Microsoft, combinados con herramientas poderosas de administración y productividad, van a resultar en por lo menos paridad de costos comparados con soluciones de fuente abierta.
Aún cuando los ahorros de costos derivados de los sistemas de fuente abierta sean considerables, pueden haber cuestiones culturales que hagan estos ahorros menos importantes. Por ejemplo, no importa cuanto me guste Ubuntu o cuanto pueda ahorrar actualizando a Ubuntu 10.04 3n lugar de Windows 7, si esto va a dificultar las condiciones de trabajo, naturalmente es recomendable Windows 7. Por ejemplo, si una elección de Ubuntu va a implicar que tenga menos alumnos en mi institución de estudios, entonces la elección de Windows 7 va a ser una ventaja.
Aparte de los costos de licencias, Server 2008, SharePoint 2010, Office 2010, Live@Edu y Office Web Apps, todas aplicaciones de Microsoft todas cooperan brillantemente entre ella, representan productos realmente competitivos y fáciles de usar y hacen cada vez más difícil sostener argumentos contra Microsoft cuando se trata de elegir software para institutos de enseñanza de cualquier tamaño que puedan ofrecer una variedad de plataformas que sean generalmente familiares, bien apoyadas y poderosas.
Ubuntu no es la única elección excelente para computación académica, pero dada la gran comunidad de usuarios y desarrolladores, buenos servidores productos para PC de sobremesa y productos para netbooks, la gran variedad de programas gratuitos, muchos de ellos con gran valor educativo, y gran rendimiento en una variedad de computadoras nuevas y viejas, no se puede ignorar más a Linux como un sistema operativo de segunda. La configuración y uso de sistemas Linux, particularmente Ubuntu, no requiere más un conocimiento avanzado de ciencias de la computación tampoco, y en muchos sentidos, hay ahorros importantes por medio de evitar los costos de licencias de programas.
Naturalmente, Microsoft te va a decir que la magnitud de sus productos para servidores, computadoras de sobremesa y de servicios de nube ( los programas que se acceden via Internet), que en realidad vas a ahorrar dinero contra los programas de fuente abierta del universo de Linux. Pero esto no es tan cierto como antes podría haber sido. La mayoría de las distribuciones de Linux son bastante fáciles de usar y administrar y los programas de nube parecen y se sienten iguales, independientemente del sistema operativo subyacente. De todos modos tenemos que admitir que existen disposiciones en que la ubicuidad y el apoyo de técnicos competentes en productos Microsoft, combinados con herramientas poderosas de administración y productividad, van a resultar en por lo menos paridad de costos comparados con soluciones de fuente abierta.
Aún cuando los ahorros de costos derivados de los sistemas de fuente abierta sean considerables, pueden haber cuestiones culturales que hagan estos ahorros menos importantes. Por ejemplo, no importa cuanto me guste Ubuntu o cuanto pueda ahorrar actualizando a Ubuntu 10.04 3n lugar de Windows 7, si esto va a dificultar las condiciones de trabajo, naturalmente es recomendable Windows 7. Por ejemplo, si una elección de Ubuntu va a implicar que tenga menos alumnos en mi institución de estudios, entonces la elección de Windows 7 va a ser una ventaja.
Aparte de los costos de licencias, Server 2008, SharePoint 2010, Office 2010, Live@Edu y Office Web Apps, todas aplicaciones de Microsoft todas cooperan brillantemente entre ella, representan productos realmente competitivos y fáciles de usar y hacen cada vez más difícil sostener argumentos contra Microsoft cuando se trata de elegir software para institutos de enseñanza de cualquier tamaño que puedan ofrecer una variedad de plataformas que sean generalmente familiares, bien apoyadas y poderosas.
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